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LEYENDAS DE CHAZUMBA
El Señor de la Esperanza
El cristianismo, implantado sobre las cenizas del paganismo prehispánico, enraizó profundamente en la conciencia mestiza originando un nuevo universo cosmogónico plagado de milagrosas manifestaciones.
Yodo Kindzi era un pueblo mixteco que existía desde tiempos inmemoriales, debido a la expansión mexica fue conquistado y subyugado a su poder: moría Yodo Kindzi y nacía Chalchiompa. Con la llegada y dominación de los españoles se impuso un nuevo cambio y Chalchiompa se convirtió en Chazumba. Cada una de estas imposiciones dejaba su imborrable huella, especialmente en la religión: base de la organización social, política y económica de los pueblos prehispánicos y coloniales.
El cristianismo se valió de la iconografía como recurso principal para transmitir sus preceptos e introducir a los infieles en el “piadoso” mundo del catolicismo.
La figura central de este nuevo mundo teológico es la imagen del Redentor Crucificado, por eso se imponía la obligatoriedad de tenerla en exhibición permanente en cada templo católico. La iglesia de Chazumba, hacia la década de los 40’s en el siglo XIX, por iniciativa de sus párrocos, decidió adquirir una escultura del Salvador Crucificado. Esta intención coincidió con la del pueblo de Miltepec que también deseaba una escultura para su templo, por lo que juntos se encaminaron a la compra de dichas imágenes.
A su regreso, transportaba cada comitiva su respectiva estatua: los de Chazumba al Señor de las Llagas y los de Miltepec al Señor de la Esperanza. Con gran júbilo los chazumbeños recibieron su anhelada imagen y la introdujeron al templo para adorarla como correspondía a su fe.
Siendo ya tarde para proseguir la marcha, la comitiva de Miltepec solicitó permiso para pernoctar en el templo, mismo que de inmediato les fue concedido. Se dispusieron a descansar y recargaron su imagen en una rama de un joven pirul que se encontraba en la explanada al frente de la fachada del templo. Al alba del siguiente día se disponían a seguir su camino, agradecieron el hospedaje y se acercaron al pirul para recoger su sagrada imagen. Se llevaron una gran sorpresa al notar que la rama que sostenía al Cristo estaba totalmente inclinada a causa de un gran peso… y ellos sabían que su escultura no pesaba tanto pues la habían transportado en hombros!!! Sin embargo, al intentar cargarla para reanudar su viaje, se asombraron grandemente al notar que sus fuerzas no eran suficientes para levantarla aunque fuera un poquito del suelo. Insistieron en su intento repetidas veces sin lograr su propósito, por lo que del estupor pasaron a la admiración extasiada de tan portentoso prodigio en el cual presentían la voluntad divina. Comunicaron al cura el extraordinario suceso y éste, con fines de comprobación, les pidió que trataran de izar la otra imagen, cosa que les resultó extremadamente fácil. Esto les permitió, de golpe, comprender el mensaje divino: el señor de la Esperanza deseaba hacer del templo de Chazumba su casa definitiva.
Ante tan prodigiosa expresión de la voluntad divina, las cofradías responsables de cada imagen decidieron hacer el intercambio correspondiente, quedando así la imagen del Señor de la Esperanza instalada en el templo parroquial chazumbeño, mientras la imagen del Señor de las Llagas continuaba camino a su destino final: Santiago Miltepec.
Ricardo Ceballos Soto
La Llorona
La gente de esta población nos narra las apariciones de un ser fantasmal que se muestra en las noches no tiene una hora exacta pero se cuenta de que la gente ha visto a una imagen que es muy apreciada a una mujer, lleva un vestido blanco como de novia con un gran resplandor que admira cualquiera que lo vea.
Se dice que cuando una persona la ve siempre la ve un poco lejos ya que y solo la ve pasar, pero si se dispone uno a perseguirla sucede lo inesperable, la persona la persigue por un buen tiempo hablándole pero queda segado y pierde la noción del tiempo y el camino por el que recorre. Dicen que cuando ponen atención a la mujer se dan cuenta de que sus pies no tocan el suelo, se comienzan a asustar y dicen que de repente viene un viento que le levanta el vestido y se dan cuenta de que sus pies son como las patas de un guajolote y tiene un rostro fantasmal que hace que la persona pierda el conocimiento; aunque algunas personas quedan conscientes de lo sucedido, no pueden salir del lugar ya que se encuentra en barrancas profundas y muy difíciles de entrar ya que están llenas de piedras enormes, matorrales, garabato, entre otras, y cuando logran salir se enferman de gravedad al grado de que si no se curan mueren, para ello van con curanderos de la región para que les den limpias con huevos de gallina, pirul, y los curen de espanto para que de esa manera les quiten el espanto que tienen y el mal aire que se les pega.
La Campana de Oro
Cuentan los abuelos que en el cerro del Izote Chiquito hoy conocido como Ocotlán se encuentra la iglesia antigua de nuestros antepasados, sin embargo, a este cerro nadie entra debido a que el que sube ya no encuentra el camino de regreso ,únicamente pueden entrar las personas que son curanderas (os). Se cuenta que hace ya muchísimos años un joven que cuidaba su ganado al pie de este cerro vio un camino que subía a la punta del cerro y que le pareció extraño debido a que nunca lo había visto antes pero prosiguió su camino debido a las advertencias que le habían hecho sus padres y abuelos acerca del lugar, cuando llego a su casa les conto a sus padres lo que había visto y le dijeron que no se le ocurriera subir, al siguiente día paso por el cerro pero ya no vio el camino entonces se encamino a otro cerro que se encuentra al frente para divisar a su ganado. Cuando subió se dio cuenta de que en la loma del cerro había una luz muy brillante y se escuchaba un sonar como de una campana, le dio una curiosidad enorme pero prefirió resistirse a ir. Al día siguiente fue de nuevo a cuidar a su ganado y le sucedió lo mismo, vio el resplandor y escucho el sonido y esta vez no se pudo resistir así que , encamino el ganado al cerro y entro por una vereda de animales, cuando llego a la punta del cerro encontró un tetel (una ruina en forma de pirámide), y debajo de las piedras vio una enorme campana de oro, quiso sacarla pero era muy pesada y no la aguantaba así que decidió regresar en la noche para sacarla con ayuda, regreso a su casa y le conto a sus amigos, les dijo que el llevaría el burro y que ellos lo acompañaran para desenterrarla y así poder cargarla, pero sus amigos le habían dicho que estaba loco que ahí no se podía entrar y que no creían que hubiera visto una campana y si la vio que solamente fue una ilusión, le advirtieron que no regresara ya que era un lugar peligroso, así que el muchacho ya no les dijo más y se fue a su casa pero cuando toda su familia se durmió, salió de su casa y se encamino hacia el cerro con su burro para poder sacar la campana, al siguiente día sus papas se levantaron y no lo vieron y pensaron que había ido a traer el agua o leña ya que tampoco estaba el burro, pero al ver que no regresaba decidieron buscarlo con sus amigos, los muchachos aunque no quisieron les contaron lo que les había contado el hijo de aquellas personas, se encaminaron en su búsqueda al cerro y al pie del cerro solamente encontraron al burro pastando y con su montura pero no había señales del muchacho, ellos pensaron que si había entrado y fueron en busca de un curandero de la región para ver si podía hacer algo, el curandero llego al lugar y empezó a hacer una clase de rezo en idioma latín y se abrió una puerta al pie del cerro, de ahí salió un hombre alto y güero bien vestido, y el curandero le preguntó por aquel muchacho al cual dijo que si se encontraba ahí pero que no lo iba a regresar ya que le pertenecía a él, en cuerpo y alma, la familia hablo con el curandero quien les explico que no lo iban a poder sacar, la familia insistió y les dijo en curandero que si lo sacaban solamente sería su cuerpo pero era difícil de que este pudiera ser enterrado, sin embargo, la familia insistió de que lo sacaran, y así fue, el curandero fue e hizo trato con el cerro el cual consistía en la entrega de cabezas de los mejores ganados y así sucedió, sin embargo les dijo que como era de él su alma no la podía regresar y era posible que el recogiera el cuerpo, entonces los familiares pasaron a la cueva y vieron al muchacho completamente desnudo y abrazando su campana de oro, lo sacaron llevaron a su casa para enterrarlo y dicen que se quedó la imagen de él plasmada en la cueva abrazando a su campana dorada. Y desde esas fechas algunas personas dicen haber visto los reflejos de la campana y escuchado los sonidos a lo lejos en los días 24 de febrero.
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